Estas últimas semanas no han sido muy fáciles para mí. La duda llego a mi vida y pensé que todo estaba perdido. No estaba conforme con lo que tenía y pensaba que merecía más. Sin embargo, aprendí una lección… Soy una persona bendecida. Así como lo lees, soy una persona súper bendecida.
Te explico…
Si tienes un techo en el cual puedes cubrirte de la lluvia y del sol, eres una persona bendecida. Si tienes un lugar donde te puedes acostar a dormir cómodamente, eres bendecido. Si tienes un plato de comida, aunque sea una vez al día, eres una persona bendecida. Si tienes agua para bañarte aunque sea fría, eres bendecido. Si en tu closet tienes un pantalón, camisa y un par de zapatos, déjame decirte que eres una persona bendecida. Más aún, si tienes un trabajo aunque no te guste, eres bendecido.
Estamos acostumbrados a que mientras más tenemos, más cosas queremos. Podemos desear tener muchas cosas, pero si no somos felices con lo poco que tenemos y somos agradecidos, de nada sirve tener más. Si con lo poco que poseemos no damos gracias, imagina si tenemos más. No estoy diciendo que seamos conformistas, estoy diciendo que seamos agradecidos.
Gente, cada uno de nosotros, somos personas bendecidas. No tenemos que ir a un rio a lavar nuestra ropa. No tenemos que caminar descalzos. Tenemos aunque sea una muda de ropa que nos cubre. Tenemos alimento en nuestras casas, aunque comamos todos los días lo mismo. Y más aun estamos VIVOS!!
Se agradecido y disfruta lo que tienes.
PD: Luchare por mis sueños, pero también seré agradecida por lo que tengo.
Porque soy una persona BENDECIDA!!
© 2015, Patricia Acevedo López