Me he propuesto semanalmente compartir con ustedes algún consejito para que tengamos una semana excelente y a la misma vez un año extraordinario. La semana pasada compartí con ustedes un blog el cual trataba sobre la forma en que decimos las cosas. Esta semana el consejo que tengo par ustedes es el siguiente… “Agarra el teléfono y llama.”
Tengo que aceptar que soy de las personas que prefiere enviar un mensaje de texto a realizar una llamada. Sin embargo, con el tiempo he aprendido que en ocasiones por no decir siempre, es mejor llamar a la persona que enviarle un texto. Nos hemos convertido en personas no emocionales. Me explico, cuando enviamos un mensaje de texto no le ponemos sentimientos ni emociones (las caritas no cuentan como una emoción), mientras que cuando llamamos a las personas trasmitimos con nuestro tono de voz esos sentimientos y emociones.
Tengo que aceptar lo bien que se siente recibir una llamada de alguien muy querido. No es lo mismo que te envíen un mensaje felicitándote por tu cumpleaños, que recibir una llamada, que la persona te cante cumpleaños y te diga lo mucho que te quiere. No estoy diciendo que enviar mensajes de textos sea malo o incorrecto (en muchas ocasiones nos sacan de apuros). Lo que trato de transmitirles es que en ocasiones es más asertivo hacer una llamada que enviar un texto. Además, en ocasiones un mensaje de texto puede ser sacado de contexto y no trasmitir el mensaje deseado. Mientras, que con una llamada podemos expresar mejor el mensaje que deseamos llevar. Te invito a que practiquemos más el llamar a las personas y dejar a un lado el estar enviando un texto cuando tenemos el tiempo de hacer una llamada.
Pd: Yo prefiero que me llamen para decirme “Te Amo (se siente rico)” a que me lo envíen por mensaje de texto. 😀
© 2015, Patricia Acevedo López
